Con casi 328,000 accidentes automovilísticos relacionados con conducir con sueño cada año, los hechos hablan por sí solos. Cuando se considera la pérdida de vidas y las casi 109,000 lesiones que resultan de estos accidentes, el costo de conducir con sueño es demasiado alto. Hacer el cambio para salvar vidas implica entender qué le pasa al cerebro cuando está fatigado, tomar acción al manejar y comprometerse a dormir mejor.
El cuerpo está programado para obtener lo que necesita, ya sea comida, agua o descanso. La privación del sueño hace que el cerebro se desacelere físicamente. Las neuronas que envían mensajes, dirigen al cuerpo y ayudan a interpretar la información disminuyen su velocidad. Los científicos creen que el cerebro intenta desacelerar al cuerpo para obligarlo a dormir.
Esta desaceleración en la actividad cerebral significa tiempos de reacción más lentos al conducir. Cuando piensas en lo rápido que se deben tomar decisiones que pueden salvar vidas en la carretera, las consecuencias de estos retrasos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La falta de descanso también afecta las habilidades para resolver problemas y razonar, lo que dificulta tomar decisiones rápidas al volante.
Cuando estás demasiado somnoliento para conducir, puedes notar:
Todo lo cual puede provocar un accidente costoso. En total, los accidentes por conducir con sueño cuestan $109 mil millones de dólares cada año. Estos costos provienen de facturas médicas y de seguros, servicios de emergencia y pérdida de salarios que pueden extenderse durante toda la vida.
La naturaleza de los accidentes automovilísticos hace que las lesiones en el cerebro, el cuello y la espalda sean más comunes. Este tipo de lesiones a menudo requiere atención médica a largo plazo. Y algunas pueden dejar discapacidades físicas o mentales permanentes.
Pero muchos de estos accidentes podrían evitarse o prevenirse con las acciones adecuadas.
Cuando reconozcas los signos de somnolencia, actúa. Detenerte en un lugar seguro y bien iluminado para tomar una siesta corta de 15 a 20 minutos puede ser suficiente para llegar a tu destino con seguridad. Si es posible, cambien de conductor cada dos horas en viajes largos. Cuando no estés conduciendo, duerme para estar listo y alerta cuando sea tu turno nuevamente.
Trabajar en desarrollar mejores hábitos de sueño también puede prevenir la conducción con sueño. Comienza asegurándote de que tu dormitorio favorezca un buen descanso. Debe mantenerse en silencio, oscuro y a una temperatura cómoda de entre 15 y 20 grados centígrados por la noche. Si te despiertas con dolor de espalda o cuello, revisa tu colchón y almohada para ver si ya es hora de reemplazarlos.
Otras maneras de desarrollar mejores hábitos de sueño incluyen:
Ben DiMaggio es investigador de la organización de ciencia del sueño y salud Tuck.com. Ben se especializa en estudiar cómo el sueño, y la falta de este, afectan la salud y seguridad públicas. Vive en Portland, Oregon. Su peor hábito de sueño es revisar su correo electrónico justo antes de dormir.
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