Lo que necesitas saber sobre un acuerdo de honorarios por contingencia

Trabajar bajo un acuerdo de honorarios por contingencia puede parecer demasiado bueno para ser verdad. ¿Un abogado acepta representarte sin costo inicial y solo cobra si ganas el caso? Aunque esta definición es básica, tiene algo de verdad. Sin embargo, como todo en el ámbito legal, cada caso es único. Hay ciertos aspectos sobre los honorarios por contingencia en Texas que podrían hacer que tu caso no valga la pena, incluso si el abogado acepta comenzarlo sin pago por adelantado.

Cómo funcionan los honorarios por contingencia en Texas

Cuando un abogado acepta trabajar por contingencia, algo común en casos de lesiones personales, el demandante puede contratarlo sin pagar honorarios legales al principio. Los honorarios del abogado se deducen simplemente del monto total otorgado —generalmente entre el 33% y el 45% del acuerdo final.

Ventajas y desventajas de un acuerdo por contingencia

A veces, la única manera en que una persona puede buscar justicia es a través de este tipo de acuerdo. Pero eso no significa que siempre valga la pena. Debes considerar cuidadosamente los costos finales y los resultados más probables, teniendo en cuenta lo siguiente:

Consideraciones fiscales

Es posible que no termines recibiendo la cantidad que crees que te corresponde, especialmente cuando llega la temporada de impuestos. El IRS puede tratar el acuerdo como si tú hubieras recibido el monto total y luego hubieras pagado a tu abogado, si este cobra el 33% o más como honorarios de contingencia. Ten esto en cuenta y prepárate con anticipación para la declaración de impuestos. Sin embargo, esto no aplica si tu caso solo trata daños físicos o si la demanda está relacionada con la operación de un negocio de tu propiedad.

Cargos adicionales

Debes leer cuidadosamente el acuerdo y hacerle las preguntas correctas a tu abogado antes de aceptarlo. Independientemente del resultado del caso, podrías terminar pagando tarifas judiciales y otros gastos (como honorarios de testigos y declaraciones juradas). Por ejemplo, si acordaste un 33% de contingencia y llegas a un acuerdo de $50,000, podrías esperar recibir un cheque de $33,500. Pero, si hay cargos adicionales por miles de dólares, estos se suman al pago inicial del abogado de $16,500.
Además, los proveedores médicos deben ser reembolsados por los servicios que prestaron. No es raro que los demandantes reciban menos de la mitad del monto total del acuerdo.

Contacta a un abogado en Texas para una evaluación personalizada de tu caso

Con tanto en juego, necesitas trabajar con un abogado honesto. Cuando estos profesionales aceptan trabajar por contingencia, asumen el riesgo de no recibir nada. Lo saben, y en casos de alto perfil o que pueden generar acuerdos importantes, pueden ofrecer esta modalidad solo para que firmes con ellos.

Para evitar recibir menos de lo que te corresponde, debes conocer tus derechos, revisar cuidadosamente el acuerdo por contingencia y saber cuándo retirarte. Para más información sobre los honorarios por contingencia y la ley de lesiones personales en Texas, agenda una consulta gratuita con Joe Lopez Law hoy mismo.

Texas ha vivido su parte de accidentes y desastres naturales aterradores a lo largo de los años. Desde explosiones inesperadas hasta catástrofes naturales, los peores incidentes han destruido comunidades, hogares y vidas. Aunque los accidentes son una parte trágica de la vida, también muestran la verdadera fuerza del pueblo texano, que se une para ayudar a quienes lo necesitan. Aquí algunos de los peores incidentes en la historia del estado:

1. El desastre de Texas City (1947)

El 16 de abril de 1947, el SS Grandcamp explotó mientras estaba atracado en Texas City. El barco francés transportaba nitrato de amonio, un fertilizante altamente explosivo. La explosión destruyó por completo el barco, el muelle y unas 1,000 viviendas y edificios cercanos. El fuego y el humo causaron problemas en toda la ciudad. Murieron aproximadamente 576 personas, incluidos 26 bomberos, y se destruyó todo el equipo contra incendios.

Otro barco cercano, el SS High Flyer, también transportaba nitrato de amonio. Este se incendió tras la primera explosión, pero fue remolcado lejos antes de que explotara 16 horas después.

2. Explosión en la escuela de New London (1937)

En marzo de 1937, una fuga de gas natural provocó una explosión mortal en una escuela en New London, Texas. Murieron 219 personas, entre estudiantes y profesores. La explosión ocurrió a las 3:17 p.m., cuando un instructor encendió una lijadora en un área saturada de gas. La chispa encendió el aire, provocando una explosión que destruyó el edificio desde los cimientos.

3. Huracán sin nombre en Galveston (1900)

Entre 6,000 y 8,000 personas murieron durante este huracán de categoría 4. Aunque se emitieron advertencias para evacuar, muchas fueron ignoradas. Una marejada de 15 pies inundó Galveston, destruyendo edificios y hogares. Es el desastre natural con más muertes en la historia de EE.UU.

4. Accidente del vuelo 191 de Delta Airlines (1985)

El 2 de agosto de 1985, en el aeropuerto de Dallas/Fort Worth, un avión fue impactado por una microexplosión de aire descendente (microburst) mientras aterrizaba bajo lluvia intensa. El avión se estrelló, matando a 136 personas. Solo 27 sobrevivieron. Se concluyó que el piloto no estaba debidamente entrenado para manejar microbursts.

5. Inundación en el centro de Texas (1921)

En septiembre de 1921, cayeron 38 pulgadas de lluvia en 24 horas sobre Austin y San Antonio. Murieron 224 personas, y se estimaron $10 millones en daños. Según los registros, sigue siendo la peor inundación en la historia de Texas. Austin continúa siendo una de las ciudades con más riesgo de inundaciones en el estado.

6. Tornado en Waco (1953)

Texas ha sufrido varios tornados, pero ninguno tan letal como el de Waco en mayo de 1953. El tornado F5 tocó tierra en Lorena y se dirigió hacia el noreste, alcanzando un ancho de más de 500 metros al llegar a Waco. Dejó un rastro de 23 millas de destrucción, 600 casas y 1,000 edificios destruidos. Murieron 114 personas y 597 resultaron heridas.

7. Explosión en la planta de Phillips Petroleum Co. (1989)

El 23 de octubre de 1989, una explosión en una planta en Pasadena, Texas, causó la muerte de 23 personas y 130 resultaron heridas. La explosión ocurrió en un reactor de polietileno debido a fallas en el mantenimiento y falta de sistemas de detección. Se liberaron 85,000 libras de gas etileno-isobutano, lo que provocó una explosión devastadora.

Estos eventos forman parte de la memoria colectiva de Texas y sirven como recordatorio de la necesidad constante de preparación, seguridad y resiliencia ante la tragedia.

Jugar fútbol americano es un rito de paso para muchos jóvenes estadounidenses. En algunos estados, como Texas, es una forma de vida. Practicar deportes en la escuela enseña colaboración, disciplina y estrategia, pero ¿hay algo más peligroso detrás de los entrenamientos y las porras escolares?

El riesgo de lesiones en deportes juveniles

En 2015, cinco jugadores de fútbol americano de preparatoria murieron tras sufrir lesiones en el campo. Entre 2005 y 2014, 92 estudiantes de secundaria fallecieron por causas asociadas con el deporte. Cuando los noticieros y médicos advierten a los padres sobre los riesgos de deportes de contacto como el fútbol, no están exagerando. Las lesiones en la cabeza, el calor extremo y otros traumas representan una amenaza real.

Con nuevas investigaciones sobre lesiones cerebrales, muchos padres están reconociendo la relación entre los deportes de contacto y las consecuencias a la salud. Algunos equipos incluso usan sensores en los cascos para monitorear impactos en la cabeza, lo que evidencia la magnitud del problema. Las estadísticas del CDC muestran datos alarmantes:

• 3.5 millones de niños menores de 14 años reciben tratamiento por lesiones deportivas cada año.
• Jugadores de preparatoria representan en promedio dos millones de lesiones por año.
• Más lesiones ocurren durante prácticas que en partidos, muchas veces por no usar equipo de seguridad adecuado.
• Más del 50% de las lesiones en niños son totalmente prevenibles.

En Alto, Texas, durante un partido en el otoño de 2015, Cam’ron Matthews colapsó en el campo. Reportes indican que se sintió mareado antes del medio tiempo. Fue transportado en helicóptero a un hospital en Tyler, pero no sobrevivió. Su muerte conmovió a muchos padres en el estado.

Causas de lesiones en jugadores juveniles

Los jugadores que fallecen pueden haber sufrido lesiones directas en el juego o por causas indirectas. Además de traumatismos craneales, también se han reportado muertes por problemas cardíacos, golpes de calor o deshidratación. Muchos entrenadores exigen un gran esfuerzo en prácticas y partidos, y algunos jugadores pueden sentirse incapaces de expresar cómo se sienten. Otros disfrutan tanto del juego que no quieren detenerse.

Los que no sufren lesiones mortales pueden acumular daños cerebrales no diagnosticados con el paso del tiempo. Un estudio de la Academia Estadounidense de Neurología relacionó el fútbol juvenil con problemas de memoria, atención y pensamiento en adultos. Incluso si un niño no presenta problemas inmediatos, puede estar en riesgo de desarrollar disfunciones neurológicas más adelante.

¿Debo impedir que mi hijo juegue fútbol americano?

Aunque muchos estudios son preliminares, sí existe un vínculo entre el fútbol americano y mayores riesgos de salud. Al final, cada padre debe decidir si permite que su hijo juegue fútbol con contacto. Si decides permitirlo, puedes reducir el riesgo con medidas comprobadas:

• Exigir el uso de buen equipo de protección: Ya sea con amigos o en el equipo, asegúrate de que tu hijo use el equipo adecuado.
• Usar sensores en el casco: Aplicaciones móviles permiten medir la fuerza de los impactos.
• Fomentar buena nutrición e hidratación: Ningún niño debería jugar deshidratado o mal alimentado.
• Tomar en serio los exámenes médicos: Un examen físico completo puede detectar problemas de salud ocultos.

Texas lidera la nación en muertes relacionadas con inundaciones y posee aproximadamente la mitad de los récords mundiales por tasas más altas de lluvia en menos de 48 horas. Austin se encuentra en el centro del Callejón de Inundaciones Repentinas (de San Antonio a Dallas), donde las inundaciones repentinas son la amenaza número uno de desastre natural para el área.

Las inundaciones repentinas han sido la principal causa de muerte relacionada con tormentas durante los últimos 25 años en Austin, con aproximadamente el 10 por ciento del terreno de Austin dentro de la llanura aluvial.

Hace seis meses, las históricas inundaciones del Día de los Caídos dañaron cerca de 350 hogares, la mayoría de los cuales no estaban cubiertos por seguros, y desplazaron a más de 1,000 personas, matando a 24 según Associated Press.

Incluso si estás cubierto, muchas pólizas de seguro para propietarios e inquilinos no suelen cubrir inundaciones o respaldo de aguas residuales, pero puedes comprar una póliza de seguro contra inundaciones y una póliza de aguas residuales por separado a través de un agente de seguros local antes de que ocurran las inundaciones.

Aquí hay solo algunas pautas de seguridad a considerar en caso de una emergencia por inundación:

• Mantente informado. Registra tu teléfono para recibir notificaciones de emergencia del Sistema Regional de Notificación (RNS) y visita ATX Floods para obtener información actual sobre inundaciones y cierres de carreteras de emergencia en el área metropolitana de Austin y el condado de Travis. Para actualizaciones de emergencia e información, puedes marcar 2-1-1 o seguir a agencias locales, como Austin HSEM y ATCEMS, en redes sociales.
• Crea una tarjeta de emergencia para tu familia que incluya tus contactos de emergencia y el lugar de reunión en caso de emergencia.
• Sintoniza la televisión y/o radio local para recibir recomendaciones de las autoridades locales sobre si quedarte en casa o evacuar a otro lugar.
• Si se te aconseja quedarte en casa, los siguientes artículos deben estar fácilmente disponibles:

comida y agua – (alimentos no perecederos, abrelatas, agua y/o purificador de agua)

botiquín de primeros auxilios – (recetas de respaldo, curitas, tijeras, pinzas, antiséptico, termómetro oral)

productos de higiene personal – (gel antibacterial, papel higiénico, jabones de viaje, cuidado dental, ropa extra)

iluminación / fuego – (linternas con baterías extra, velas, encendedor)

comunicación – (radio de manivela, radios bidireccionales / walkie talkies, baterías extra para linternas, linternas, radio)

• Ten documentos importantes como identificaciones con foto, comprobante de domicilio, etc., en un lugar seguro y de fácil acceso, ya que esta información puede ser necesaria más adelante para reclamaciones de seguros.
• Si estás en un área baja que se está inundando, dirígete a terreno más alto de inmediato. Evita cañones y barrancos que pueden canalizar el agua.
• No cruces carreteras o arroyos inundados a pie.

Más del 50 por ciento de todas las muertes por inundaciones repentinas a nivel nacional involucran vehículos. Las carreteras inundadas son especialmente peligrosas por la noche, así que evítalas siempre que sea posible. Según el Departamento de Seguridad Pública de Texas, casi ocho de cada diez muertes por inundaciones relacionadas con vehículos ocurrieron entre las 6 p.m. y las 6 a.m.

Para obtener más información sobre preparación para emergencias, puedes visitar el sitio web de Disaster Ready Austin (DRA) aquí.